Es un método para visualizar el ano, el conducto anal y la parte baja del recto.
El procedimiento generalmente se hace en un consultorio médico.
Primero se hace un tacto rectal. Luego, se coloca un instrumento lubricado (anoscopio) unas cuantas pulgadas dentro del recto. Cuando se hace esto, se siente algo de molestia.
El anoscopio tiene una luz en el extremo, de tal manera que el médico puede observar todo el conducto anal. Si es necesario, se puede tomar una muestra para biopsia.
Es posible que usted reciba un laxante, un enema u otro preparado antes del procedimiento para que pueda vaciar los intestinos por completo. Debe vaciar también la vejiga antes del procedimiento.
Se presentará algo de molestia durante el procedimiento y usted tal vez sienta necesidad de defecar. Se puede sentir un pinchazo cuando le toman una biopsia. Generalmente, usted puede retornar a las actividades normales después del procedimiento.
Este examen se puede usar para determinar si usted tiene:
El conducto anal aparece normal en tamaño, color y tono. No hay evidencia de sangrado, pólipos, hemorroides u otro tejido anormal.
Los resultados anormales pueden incluir:
Los riesgos son pocos. En caso de requerirse una biopsia, existe un riesgo ligero de sangrado y dolor leve.